El Islam
El Islam es la religión mayoritaria en Turquía. Alrededor del 99% de la
población está declarada como musulmana.2 3 La mayoría de los musulmanes en
Turquía son sunitas los que son aproximadamente el 74% y Alevís que son
aproximadamente el 25% de la población musulmana total.4 También hay una
comunidad imamita que forma aproximadamente el 3% de la población musulmana.
Entre la presencia musulmana sunita en Turquía existe una pequeña pero
considerable minoría de musulmanes con herencia y afiliación sufí.5 Los
cristianos (Ortodoxos Orientales, Griegos Ortodoxos y Apostólicos Armenios) y
Judíos (Sefardíes), quienes comprende la población no musulmana, y son
aproximadamente el 0,7% del total de la población.2 6 7 Pero la definición
constitucional del país es la de ser una república laica (laıklık).
Pese a lo que a primera vista pueda parecer, existe una gran variedad
tanto de escuelas del islam como en lo que se refiere a las confesiones
cristianas, lo que hace que el panorama religioso no sea en absoluto homogéneo.
Oficialmente Turquía es un país laico sin ninguna religión oficial
desde la enmienda constitucional del año 1924 y fortalecida posteriormente en
la ideología kemalista, junto con las reformas de Atatürk y la aplicación del
laicismo por Atatürk al final del año 1937. Sin embargo, actualmente todas las
escuelas públicas desde las elementales hasta las de educación superior tienen
clases obligatorias de religión que solo se enfocan en el sector sunita del
Islam. En estas clases, es obligatorio que los niños aprendan la oraciones y
otras prácticas religiosas que pertenecen específicamente al Sunismo. De esta
forma, Turquía aunque dice ser un estado laico, la aplicación del laicismo en
las escuelas públicas es controversial. Su postulación para unirse a la Unión
Europea divide a los actuales miembros de esta, algunos de los cuales
cuestionan si un país musulmán podría ingresar. Turquía acusa a sus oponentes
en la Unión Europea de favorecer un "club cristiano".8
Desde comienzos de la década de 1980, el rol de la religión en el
estado ha sido un tema controversial y causa de divisiones, a medida de que los
sectores más influyentes desafían la completa secularización requerida por el
Kemalismo y de que la observancia de las prácticas islámicas experimentan un
substancial renacimiento. A principios de la década del 2000, los grupos
islámicos desafiaron el concepto del estado laico con un aumentado vigor
después de que el gobierno de Erdoğan había calmado el tema en el año 2003.
Aunque el gobierno turco declara al 99% de la población como musulmana, los
investigadores académicos y las encuestas entregan diferentes resultados acerca
del porcentaje de musulmanes y que usualmente dan cifras más bajas, pero la
mayoría están alrededor del 90%. En la encuesta más reciente llevada a cabo por
la Sabancı University, el 98,3% se declaró como musulmán.9 De esa cifra, el 16%
dijo que era "extremadamente religioso", 39% dijo que eran "algo
religioso" y 32% dijo que eran "no religiosos".9 El 3% de
los turcos se declaró sin creencias religiosas.
El Islam es la
religión mayoritaria en Turquía. Alrededor del 99% de la población está
declarada como musulmana.2 3 La mayoría de los musulmanes en Turquía son
sunitas los que son aproximadamente el 74% y Alevís que son aproximadamente el
25% de la población musulmana total.4 También hay una comunidad imamita que
forma aproximadamente el 3% de la población musulmana. Entre la presencia
musulmana sunita en Turquía existe una pequeña pero considerable minoría de
musulmanes con herencia y afiliación sufí.5 Los cristianos (Ortodoxos
Orientales, Griegos Ortodoxos y Apostólicos Armenios) y Judíos (Sefardíes),
quienes comprende la población no musulmana, y son aproximadamente el 0,7% del
total de la población.2 6 7 Pero la definición constitucional del país es la de
ser una república laica (laıklık).
Pese a lo que a
primera vista pueda parecer, existe una gran variedad tanto de escuelas del
islam como en lo que se refiere a las confesiones cristianas, lo que hace que
el panorama religioso no sea en absoluto homogéneo.
Oficialmente Turquía
es un país laico sin ninguna religión oficial desde la enmienda constitucional
del año 1924 y fortalecida posteriormente en la ideología kemalista, junto con
las reformas de Atatürk y la aplicación del laicismo por Atatürk al final del
año 1937. Sin embargo, actualmente todas las escuelas públicas desde las
elementales hasta las de educación superior tienen clases obligatorias de
religión que solo se enfocan en el sector sunita del Islam. En estas clases, es
obligatorio que los niños aprendan la oraciones y otras prácticas religiosas
que pertenecen específicamente al Sunismo. De esta forma, Turquía aunque dice
ser un estado laico, la aplicación del laicismo en las escuelas públicas es
controversial. Su postulación para unirse a la Unión Europea divide a los
actuales miembros de esta, algunos de los cuales cuestionan si un país musulmán
podría ingresar. Turquía acusa a sus oponentes en la Unión Europea de favorecer
un "club cristiano".8
Desde comienzos de
la década de 1980, el rol de la religión en el estado ha sido un tema
controversial y causa de divisiones, a medida de que los sectores más
influyentes desafían la completa secularización requerida por el Kemalismo y de
que la observancia de las prácticas islámicas experimentan un substancial
renacimiento. A principios de la década del 2000, los grupos islámicos
desafiaron el concepto del estado laico con un aumentado vigor después de que
el gobierno de Erdoğan había calmado el tema en el año 2003. Aunque el gobierno
turco declara al 99% de la población como musulmana, los investigadores
académicos y las encuestas entregan diferentes resultados acerca del porcentaje
de musulmanes y que usualmente dan cifras más bajas, pero la mayoría están
alrededor del 90%. En la encuesta más reciente llevada a cabo por la Sabancı
University, el 98,3% se declaró como musulmán.9 De esa cifra, el 16% dijo que
era "extremadamente religioso", 39% dijo que eran "algo
religioso" y 32% dijo que eran "no religiosos".9 El 3% de los
turcos se declaró sin creencias religiosas.
Dios cumple cuatro
funciones fundamentales respecto al Universo y a la humanidad en particular:
creación, sustento, dirección y juicio. Dios, está obligado también a
mantenerlo; el último objetivo de la humanidad consiste en existir al “servicio
de Dios”, para adorarle sólo a Él y construir un orden social ético, justo y
libre de corrupciones.
El Islam es la
religión mayoritaria en Turquía. Alrededor del 99% de la población está
declarada como musulmana.2 3 La mayoría de los musulmanes en Turquía son
sunitas los que son aproximadamente el 74% y Alevís que son aproximadamente el
25% de la población musulmana total.4 También hay una comunidad imamita que
forma aproximadamente el 3% de la población musulmana. Entre la presencia
musulmana sunita en Turquía existe una pequeña pero considerable minoría de
musulmanes con herencia y afiliación sufí.5 Los cristianos (Ortodoxos
Orientales, Griegos Ortodoxos y Apostólicos Armenios) y Judíos (Sefardíes),
quienes comprende la población no musulmana, y son aproximadamente el 0,7% del
total de la población.2 6 7 Pero la definición constitucional del país es la de
ser una república laica (laıklık).
Pese a lo que a
primera vista pueda parecer, existe una gran variedad tanto de escuelas del
islam como en lo que se refiere a las confesiones cristianas, lo que hace que
el panorama religioso no sea en absoluto homogéneo.
Oficialmente Turquía
es un país laico sin ninguna religión oficial desde la enmienda constitucional
del año 1924 y fortalecida posteriormente en la ideología kemalista, junto con
las reformas de Atatürk y la aplicación del laicismo por Atatürk al final del
año 1937. Sin embargo, actualmente todas las escuelas públicas desde las
elementales hasta las de educación superior tienen clases obligatorias de
religión que solo se enfocan en el sector sunita del Islam. En estas clases, es
obligatorio que los niños aprendan la oraciones y otras prácticas religiosas
que pertenecen específicamente al Sunismo. De esta forma, Turquía aunque dice
ser un estado laico, la aplicación del laicismo en las escuelas públicas es
controversial. Su postulación para unirse a la Unión Europea divide a los
actuales miembros de esta, algunos de los cuales cuestionan si un país musulmán
podría ingresar. Turquía acusa a sus oponentes en la Unión Europea de favorecer
un "club cristiano".8
Desde comienzos de
la década de 1980, el rol de la religión en el estado ha sido un tema
controversial y causa de divisiones, a medida de que los sectores más
influyentes desafían la completa secularización requerida por el Kemalismo y de
que la observancia de las prácticas islámicas experimentan un substancial
renacimiento. A principios de la década del 2000, los grupos islámicos
desafiaron el concepto del estado laico con un aumentado vigor después de que
el gobierno de Erdoğan había calmado el tema en el año 2003. Aunque el gobierno
turco declara al 99% de la población como musulmana, los investigadores
académicos y las encuestas entregan diferentes resultados acerca del porcentaje
de musulmanes y que usualmente dan cifras más bajas, pero la mayoría están
alrededor del 90%. En la encuesta más reciente llevada a cabo por la Sabancı
University, el 98,3% se declaró como musulmán.9 De esa cifra, el 16% dijo que
era "extremadamente religioso", 39% dijo que eran "algo
religioso" y 32% dijo que eran "no religiosos".9 El 3% de los
turcos se declaró sin creencias religiosas.
Dios cumple cuatro
funciones fundamentales respecto al Universo y a la humanidad en particular:
creación, sustento, dirección y juicio. Dios, está obligado también a
mantenerlo; el último objetivo de la humanidad consiste en existir al “servicio
de Dios”, para adorarle sólo a Él y construir un orden social ético, justo y
libre de corrupciones.
Creencia en los
Ángeles.
Ministros de Dios
organizados jerárquicamente ( Gibril, Mikhail, Israfil e Izrail ) cada hombre
tiene dos ángeles protectores y dos ángeles malignos que lo tientan. Los
individuos están tan sumergidos en la naturaleza terrenal que pierden la visión
de su Creador y sólo cuando la naturaleza les falla, vuelven a Dios.
Creencia en el libro
revelado: El Corán.
Los musulmanes
consideran el Corán como la palabra eterna e “increada” de Dios revelada a
Mahoma por medio de Gabriel, el arcángel de la revelación. Creen que su autor
es el mismo Dios, y no el Profeta, por lo que el Corán es inimitable e
infalible. La
palabra procede del
árabe al-qur'.n, 'la lectura' o 'la recitación'. Recoge las diferentes
revelaciones de Alá a Mahoma durante los casi 20 años de su vida profética
(612-632). Está dividido en 114 suras (capítulos) divididas en poco más de
6.200 aleyas (versículos).La sura más breve contiene sólo 3 versículos y la más
amplia 286 versículos largos. Las 114 suras aparecen ordenadas en orden
decreciente, con alguna ligera oscilación.
Creencia en los
profetas.
Dios ha enviado
profetas a la Tierra a causa de la debilidad moral de la humanidad, para
enseñar el correcto comportamiento moral y espiritual. Tras la creación y los
medios de subsistencia, la misericordia de Dios se manifiesta en estos actos de
orientación. Adán fue el primer profeta; tras su expulsión del Jardín del Edén,
su falta recibió el perdón de Dios. Los mensajes de todos los profetas emanan
de una misma fuente divina, las tablas de la revelación, la palabra de Dios
desde el principio de los tiempos. También se le conoce como el Libro Celeste,
trasmitido al profeta Mahoma por la intervención del arcángel Gabriel. Las
religiones, son en síntesis una, aunque adquieran diferentes formas
institucionalizadas. Los profetas constituyen una unidad indivisible y se debe
creer en todos ellos, ya que aceptar a unos y rechazar a otros equivale a negar
la verdad divina. Todos los profetas son humanos; algunos profetas se
consideran superiores a otros, por su constancia ante el sufrimiento. De esta
forma, se describe a Mahoma como el “primero de los humanos”, “enviado” de Alá
o “sello de los profetas”. Acatar sus enseñanzas es obedecer al propio Dios.
“¿Acaso no te encontró extraviado y te guió?” Exalta la primacía de Mahoma como
profeta máximo del islam, aún cuando ha desencadenado diversos conflictos
teológicos, entre los shiíes y los suníes. De aquí procede la creencia islámica
de que los profetas se extinguieron y acabaron con el Corán. El islam es la
última y perfecta revelación de Dios, y se impone a todas las anteriores.
Creencia en el
juicio final.
Las acciones divinas
de creación y dirección concluyen con el acto del Juicio Final. En este día en
que la humanidad será reunida y todos los individuos serán juzgados tan sólo
por sus hechos. Los “elegidos” irán al Jardín (el paraíso) y los “perdedores”
irán al infierno, aunque Dios es misericordioso y perdonará a los que sean
merecedores de ello. Además del Juicio Final, el Corán reconoce otra clase de
juicio divino, (afecta a la historia de naciones, pueblos y comunidades). Las
naciones, como los individuos, pueden estar corrompidas por la riqueza, el
poder y el orgullo, y si no se reforman serán castigadas con la destrucción o
sojuzgadas por pueblos más virtuosos.
Prácticas e
Instituciones: Los Cinco Pilares.
La comunidad
islámica considera fundamental la práctica de cinco deberes, conocidos como los
cinco pilares del islam.
2.1 Profesión de fe
La primera
obligación es la profesión de fe o testimonio (shahada): “No hay más dios que
Alá y Mahoma es su profeta”. Debe ser hecha pública por cada musulmán al menos
una vez en su vida “de forma verbal y con total asentimiento de corazón”,
señala el ingreso de un individuo en la comunidad islámica.
La Oración
La segunda
obligación es la salat, que consiste en realizar cinco oraciones diarias. La
primera oración tiene lugar antes de la salida del sol; la segunda, al
mediodía; la tercera, entre las tres y las cinco de la tarde; la cuarta después
de la puesta del sol y la quinta antes de acostarse y antes de la medianoche.
Durante la oración, los musulmanes miran en dirección a la Kaaba, (pequeña
estructura de forma cúbica) situada en el haram o 'lugar inviolado' de la Gran
Mezquita de La Meca. Para orar hay que permanecer al comienzo de pie, acto
seguido hacer una genuflexión a la que suceden dos postraciones, y, por último,
ha de tomarse asiento. En cada una de estas posiciones se recitan determinadas
oraciones y fragmentos del Corán.
Como paso previo al
inicio de la oración, el devoto tiene que hacer las abluciones pertinentes.
Antes de cada oración comunitaria, el almuédano (del árabe al-mu'addin, 'el que
llama a oración') o muezín hace una llamada pública desde un minarete (o
alminar) de la mezquita.
El viernes es el día
santo para el Islam. Este día, a primera hora de la tarde, se realizan en las
mezquitas oraciones especiales de carácter comunitario. Son precedidas por un
sermón desde el púlpito pronunciado por el imán, llamado también el jatib. En
los dos días de fiesta religiosa anual, llamados ids (concluye el mes de ayuno
del Ramadán y el otro después de la peregrinación a La Meca), se celebran por
la mañana oraciones especiales seguidas de sermones.
2.3 Limosna
La tercera
obligación fundamental de un musulmán es pagar la denominada zakat o limosna.
Éste fue en un principio el impuesto exigido por Mahoma (y después por los
estados musulmanes) a los miembros acomodados de la comunidad, sobre todo para
ayudar a los pobres. En la mayoría de los estados musulmanes la zakat ya no es
recaudada por el gobierno y se ha convertido en una limosna voluntaria, aunque
su pago sigue siendo considerado como una obligación esencial de todos los
musulmanes.
Ayuno
La cuarta obligación
es el ayuno, o saum, durante el mes del Ramadán. Puesto que el calendario
islámico es lunar, las festividades no son fijas. Incluso durante los cálidos
veranos la mayoría de los musulmanes observa con rigor el ayuno. Durante el mes
de ayuno las personas deben abstenerse de comer, beber, fumar y mantener
relaciones sexuales desde el amanecer hasta la puesta del sol, y evitar todo
pensamiento o acto pecaminosos. Quienes puedan permitírselo deben, dar de comer
como mínimo a un pobre.
2.5 Peregrinación
La quinta obligación
del musulmán es el hach, la peregrinación a la Kaaba, en La Meca. Todo musulmán
adulto, capacitado físicamente y dotado de bienes suficientes debe realizar
esta peregrinación por lo menos una vez en su vida. Celebrado durante los primeros
10 días del último mes del año lunar, el rito exige que los peregrinos se
encuentren en un estado de absoluta pureza. Los elementos principales de este
prolongado rito son dar siete vueltas a la Kaaba, correr por siete veces a paso
ligero entre los dos túmulos próximos al santuario, separados entre sí unos 400
metros. Con ello se completa la denominada “peregrinación mayor”. La
“peregrinación menor” incluye la visita a los lugares próximos de Mina y
Arafat, y la realización de diversos ritos como la lapidación (matar a
pedradas) con siete piedrecillas de tres puntos que evocan las tres veces que
Abraham fue tentado por el demonio.
El desarrollo del
transporte aéreo en nuestros días ha permitido realizar la peregrinación a
musulmanes de todas las regiones del planeta.
Además de los cinco
pilares básicos hay otras prescripciones identificatórias del musulmán. La gran
guerra santa o gran yihad, “el esfuerzo en el camino de Dios”, es la que debe
llevar a cabo todo creyente en su interior para perfeccionarse. Designa la
lucha por el objetivo islámico de “reformar la Tierra” que puede englobar el
uso de la violencia y la utilización de ejércitos si fuera necesario. Se trata
de un concepto mal asimilado fuera del mundo musulmán. La finalidad prescrita
por el yihad no es la expansión territorial ni la conversión forzosa de los
pueblos al islam, sino la toma del poder político para aplicar los principios
islámicos a través de las instituciones públicas de la comunidad. El concepto
de yihad fue sin embargo utilizado por algunos gobernantes musulmanes
medievales para justificar guerras motivadas tan sólo por ambiciones políticas.
Cuando se utilizan las armas se denomina pequeña yihad o pequeña guerra santa.
La circuncisión,
aunque no aparece en el Corán, es una práctica muy común.
Está prohibido comer
carne de cerdo, la ingestión de bebidas alcohólicas, la práctica de la usura y
los juegos de azar.
Moral islámica.
La sharia es la ley
divina del Islam. Mahoma no distinguió entre la ley religiosa y la ley civil.
En los países musulmanes la aplicación de la sharia depende del grado de
secularización del Estado. La sharia ordena todos los ámbitos de la vida, todas
las actividades del hombre. Las cuatro fuentes de la sharia son el Corán, la
tradición (basada en las costumbres, sunna, primitivas de la comunidad de
creyentes y en los dichos, hadith, de Mahoma no incluidos en el Corán), la
deducción analógica y el consenso común. Quién no cumple los actos obligatorios
o realiza los prohibidos es castigado; no se castiga el incumplimiento de los
recomendados o la realización de los desaconsejados. Dependerá del grado de
interpretación de los gobernantes, que cumplen la función de guardianes.